Hoy en día, todos damos por hecho que las fiestas patronales de Lastras se celebran en septiembre. Al día siguiente, vuelta a la rutina, se acaba el verano, y el pueblo recupera su calma. La animación se apaga, los vecinos se despiden… y hasta los pequeños roces de convivencia se olvidan.
Pero no siempre fue así.
Durante siglos, la gran fiesta del pueblo se celebraba el 22 de julio, día de Santa María Magdalena. De hecho la iglesia parroquial, uno de los principales edificios del pueblo, debe su nombre a Santa María Magdalena. Pueblos como Aldeasoña, Sebúlcor, Barbolla o Gomezserracín siguen manteniendo esa fecha como la de sus fiestas patronales, pero en Lastras ya solo la recuerdan los más mayores.
¿Y cuándo cambió esto? ¿Y por qué?
Aunque no hemos dado aún con la fecha exacta, sabemos que el cambio ocurrió a mediados del siglo XIX. En 1855 ya hay documentos que autorizan una corrida de toros en septiembre, así que para entonces, la nueva fecha ya estaría en marcha.
La tradición cuenta que el cambio se hizo por algo muy práctico: el 22 de julio caía en plena faena del campo, cuando no había tiempo para fiestas. Así que nuestros paisanos decidieron moverlas a septiembre, cuando las tareas agrícolas habían terminado.
Aun así, durante años se siguió celebrando el día de la Magdalena, aunque de forma más discreta. Hoy apenas queda una pequeña huella de aquella antigua festividad… pero sigue viva en la memoria de quienes la conocieron.