La editorial Segoviana «Ediciónes Derviche» dentro de su gran labor de recuperación de clásicos literarios segovianos ha reeditado el libro de nuestro paisano Tomás Baeza, Lecturas Segovianas, escrito en 1847. El libro es un compendio de historias y poesías moralizantes, pensadas como literatura educativa para escolares. “Cuentos ejemplares, máximas moralizantes y bellos poemas para despertar el amor por Segovia y educar los infantiles espíritus en los más nobles valores humanos”, reza el subtítulo.
Para el prólogo del libro han contado con nuestro también paisano Mikel Herrero, que nos habla del personaje de Tomás Baeza recuperando una entrada publicada en nuestra web en el 2012.
«Tenemos en nuestras manos un libro de fácil y agradable lectura, donde los relatos y cuentos se alternan con poemas, todos ellos ambientados en nuestra Segovia. Ya sea en la ciudad o en diversos pueblos de la provincia como Otero-Herreros, Gomezserracin, Cuellar, Palazuelos, La Granja… . También hace mención, y desarrolla algún relato alrededor del Acueducto, Alcázar, Catedral y diversas iglesias como La Vera Cruz. Descubrimos aquí el gran conocimiento que Tomás Baeza tenía de nuestra querida Segovia. Pero, todo hay que decirlo, es un libro dirigido a los niños. eso sí, a los niños de 1847 y en la actualidad, a un público de cualquier edad, y como decía el propio Tomás Baeza, “sembrado de sanas máximas de moralidad y de principios sólidos de religión”, Un libro sencillo que nos traslada a la Segovia de diferentes épocas, a través de simpáticos relatos
Pero, ¿quién es Tomas Baeza y González? Puedo decir que era paisano, de mí mismo pueblo, ya que nació en Lastras de Cuéllar allá por 1816, el 21 de diciembre. Su padre Rodrigo Baeza y su madre Catalina González, llegaron a Lastras sobre 1814 y tuvieron tres hijos, Tomas, Eduardo y Juliana. Su madre, Catalina murió en 1833, y poco después su padre, Rodrigo, marchó para Navalmanzano, desapareciendo así, toda la familia de Lastras.. Pero aún así, sí que hay recuerdos que nos ha dejado Tomás en el pueblo. Donó la verja, que lleva su nombre, y que actualmente podemos ver en la entrada de “la casa del cura” , y que anteriormente estaría en la Iglesia. Y dentro de la Iglesia podemos encontrar la lápida de la tumba de su madre Catalina González. Sólo la lápida ya que los restos los mandó trasladar a Segovia, Tomás en 1887.
Hagamos un repaso de su vida y sobre todo de su grandísima actividad eclesiástica. En su niñez, pronto destacó por su naturaleza inquieta y sus ansias de conocimiento. Esto hizo que lo mandaran al cercano pueblo de Hontalbilla donde estaba de Párroco su tío Juan Antonio González, para que se encargara de su educación
Su tío pronto tuvo que marchar de Hontalbilla ya que sacó plaza de Canónigo Penitenciario en la Catedral de Segovia y se llevó a Tomás con él. Ya en Segovia, lo matriculó en el Convento de San Francisco y más tarde en el Seminario y ya no paró…. en 1837 fue nombrado Catedrático en Filosofía, en 1839 recibió el título de Catedrático de Instituciones Teológicas, y posteriormente en la Universidad de Valladolid sacó el Grado en Bachiller y Licenciado en Sagrada Teología. Todo este saber y conocimientos que Tomás albergaba, culminó unos meses más tarde con el ordenamiento como Sacerdote.
Pero no terminaron aquí sus estudios, fue nombrado Doctor en Sagrada Teología por la Universidad Central de Madrid, y también Capellán de Honor de Isabel II, y Canónigo del Real Sitio de san Ildelfonso, más tarde, Canónigo de la Catedral de Avila y en unos años Dean de Ciudad Rodrigo
Y finalmente el 24 de enero de 1867, Dean y Canónigo de la Catedral de Segovia. De esta forma volvía a su querida y anhelada ciudad, desde donde escribiría la mayor parte de sus obras. Como vemos, desarrolló una grandísima actividad relacionada con la Iglesia.
A parte de sus cargos eclesiásticos también participó, activamente, en la vida social y económica de Segovia. Perteneció a La Sociedad Económica de Amigos del País, fue Académico de la Real Academia de Historia, director del instituto Provincial de Segunda Enseñanza y también fue presidente de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia.
Pero la inquietud que demostraba Tomás no acababa aquí, y buscaba tiempo para investigar y escribir desde su casa deanato, en la Plaza de la Merced. Sus obras, podemos dividirlas en dos tipos, los libros de carácter religioso y los libros sobre historia y cultura segoviana. Tomas Baeza tuvo una dedicación fecunda y muy laboriosa de investigación sobre la historia segoviana. Podemos decir que fue un escritor “segovianista”.
Como curiosidad, vemos que Tomás Baeza era un gran un coleccionista, eso sí, siempre sobre temas relacionados con Segovia. Hasta nuestros días han llegado su colección de sermones, de esquelas, programas de Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro, carteles de actividades taurinas, incluso una curiosa colección de clavos antiguos, estampas, monedas, libros… Tenía un lema, “Todo por la Historia y Gloria de Segovia” así, que, teniendo todo este interesante material publicó “el Catálogo de colecciones segovianas”
Como digo entre los libros relacionados con la historia y cultura de Segovia, encontramos estas “Lecturas Segovianas” , que tenemos en nuestras manos
Repito, es un libro de rápida y entretenida lectura y como curiosidad vemos que al finalizar cada relato Tomás Baeza nos muestra una enseñanza sobre el texto leído, una moraleja , en la que identifica lo moralmente correcto, promoviendo la enseñanza de los valores de la época. Hay que leer estos relatos y poemas, situándonos en esa Segovia de mediados del siglo XIX, para así comprender a su autor y al público a quien iban dirigidos estas interesantes Lecturas Segovianas
Termino este prologo tal y como empieza el libro, con el comentario de agradecimiento de Tomas Reguera, quien fuera Gobernador de Segovia en aquellos días de 1848.
Con el título de LECTURAS SEGOVIANAS
se ha publicado en esta ciudad una obra
escrita por D. TOMÁS BAEZA GONZÁLEZ.
Siendo importante para el estudio de la historia
de esta provincia, y fácil a los niños; de interés
por las máximas que contiene y sencillo estilo
con que su autor la ha escrito, recomiendo muy
eficazmente su adquisición a los ayuntamientos,
maestros de educación primaria y padres de familia,
como un libro útil, ameno, instructivo y
que inspira en la juventud sentimientos nobles y
generosos , tan necesarios para formar su educación.
Segovia 3 de Marzo de 1848. —Eugenio Reguera.
Lecturas Segovianas, 1847
Ediciones Derviche
12,00€
“Cuentos ejemplares, máximas moralizantes y bellos poemas para despertar el amor por Segovia y educar los infantiles espíritus en los más nobles valores humanos”. Así subtitulaba en 1847 estas Lecturas Segovianas recuperada ahora por Derviche y obra del que fuera deán de la catedral de Segovia, Tomás Baeza. Estamos ante el típico libro de lecturas, pensado para completar la educación de los escolares de la época, con la particularidad de estar referido a Segovia, su historia y patrimonio.