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Tesoros, marranos, milagros y otras tradiciones orales

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tesoros-marranosEl escritor Ignacio Sanz recopila en este trabajo cuentos y leyendas recogidos en los ultimos años en la Rioja y Segovia.  A continuacion presentamos una seleccion de ellos relacionados con nuestro pueblo.  Los interesados en leer el trabajo completo encontrarán el enlace al final del texto.

www.funjdiaz.com

El cacharrero de Lastras

La historia que os voy a contar es un hecho que le sucedió a un señor que se dedicaba a vender cacharros por los pueblos. Llevaba bastante tiempo con muchas dolencias y pasando por situaciones extrañas, alguien le dijo que eso era porque le embrujaban y que prestase atención a todo lo que pareciese raro.

En uno de sus viajes como vendedor, él iba con la borriquilla, las aguaderas y los cacharros hacia Fuentepelayo, un pueblo cercano al suyo, Lastras de Cuéllar, y observó cómo una cigüeña revoloteaba cerca de él y que se iba posando en el camino guardando cada vez menos la distancia, esto le pareció al buen hombre algo muy extraño. Sacó de sus aguaderas una soga y la lanzó hacia la cigüeña para pillarla y así lo hizo pero grande fue su sorpresa cuando al atar el ala vio que se convertía en un brazo y la pata en una pierna que pertenecían a la bruja que le causaba su malestar, así dio fin a sus dolencias y todo volvió a la normalidad.

María «Cerillas».
Lastras de Cuéllar {Segovia).

La criba

Otra historia sobre el tema de la brujería sucedió con un niño que estando sano según los médicos, hacía tiempo que se ponía muy malo y siempre empeoraba a la misma hora y por la noche. Les dijeron que podía ser obra de una bruja y les dieron como solución para averiguar quién era esa persona lo siguiente:

Tenía que poner unas tijeras clavadas en una criba e ir nombrando a personas que estuviesen bajo su sospecha; cuando dijeron el nombre de la bruja, la criba se dio la vuelta. Así encontraron a la culpable del mal del niño que ya quedó sano.

María «Cerillas».
Lastras de Cuéllar (Segovia).

La buenaventura

Por estas rayitas / que tienes aquí
la buena ventura / te voy a decir:
-Saca la lengua, hermoso
{el interfecto saca la lengua)
-Métemela en el culo, precioso.

Marta “La Cañamona”.
Lastras de Cuéllar.

 

Dos frescas

Dos señoritas un poco frescas se encuentran con un hombre de pueblo y dicen entre sí, a éste le vamos a tomar el pelo. Así que hablando y hablando de adelantos le dicen:

-Hemos visto una máquina por la que meten un cerdo vivo y sale el cerdo hecho chorizos.

Y dice el hombre:

-No me extraña nada, porque a sus madres de ustedes las metieron un chorizo y salieron dos marranas vivas.

 

Casa con tesoro

Por Lastras de Cuéllar pasó una vez una adivinadora y anunció que en una casa había mucho oro. El dueño lo tomó a chunga porque aquella casa era muy vieja y amenazaba ruina. Pocos años más tarde fue vendida a una familia y al derribarla para reedificar encontraron tres ollas llenas de monedas de oro. Entonces el primer dueño se tiraba de los pelos y se acordaba de la adivinadora.

 

El hijo bruto

Este era un hijo muy bruto que hablaba con su madre:

-Salió el sol y dijo Dios…

La madre impaciente dice:

-¿Qué dijo? ¿Qué dijo?

-Que no hay puta como vos.

-¡Pero hijo! -dice la madre. ¿Es así como me pagas los nueve meses que te llevé en el vientre?

Y dice el hijo:

-Pues métase en mi culo y la tengo veinte.

El tio Mariano

En Cantalejo, vivía un hombre con mucha chanza, llamado el tío Marianón. Una tarde se fue al sandial con la burra y arrancó las sandías más gordas hasta que tuvo las alforjas llenas. Al ir a cargarlas en la burra el animal da una espantada. El tío Marianón lo vuelve a intentar, pero el animal se espanta de nuevo. Al tercer intento, la burra comienza a andar de nuevo y el tío Marianón la sigue unos metros detrás soportando el peso de la alforja. Así llegan hasta la entrada del pueblo en que un hombre se percata de la situación y pregunta:

-Le detengo la burra, tío Marianón.

-Déjala -responde él rendido por el peso de las sandías- a ver si se la cae la cara de vergüenza.

 

El perro zuro

-Qué perro tan bonito -dice uno al ver un perro-, lástima que sea zuro.

-¿Qué es un perro zuro?

-Pues que debajo del rabo tiene el culo.

 

El cura de Lastras

El cura de Lastras era muy exagerado. Un día que salió a pasear por el campo de la zona de la Venta de Tres Cantos vino diciendo que había visto muchos lobos.

-¿Muchos? -le preguntaron con extrañeza.

-Por lo menos una manada de once lobos.

-Hombre, señor cura, que once lobos son muchos.

-Bueno, pues, al menos tres o cuatro sí que iban.

-Mire señor cura que es raro ver tres o cuatro lobos juntos.

-Buenos, pues al menos un lobo sí que he visto.

-Por la Venta de Tres Cantos…es muy raro.

-Bueno, pues no sé si era lobo o loba o el cantón de Casasola.

Máximo de Frutos. Nació en 1923.
Lastras de Cuéllar (Segovia).

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