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La Iglesia de Lastras de Cuéllar

La Revista "La Villa" en su nº 65 de agosto de 2018 publicó un interesante artículo del arquitecto Juan Armindo Hernandez Montero titulado: "APUNTES DE DOS EDIFICIOS BARROCOS DEL ARQUITECTO CUELLARANO JOSÉ DE BORJAS, LAS IGLESIAS DE LASTRAS Y DE HONTALBILLA"
Iglesia de Lastras de Cuéllar (Enrique del Barrio)

La Revista «La Villa» en su nº 65 de agosto de 2018 publicó un interesante artículo del arquitecto Juan Armindo Hernandez Montero titulado: «APUNTES DE DOS EDIFICIOS BARROCOS DEL ARQUITECTO CUELLARANO JOSÉ DE BORJAS, LAS IGLESIAS DE LASTRAS Y DE HONTALBILLA»

A continuación reproducimos la parte correspondiente a la iglesia de Lastras de Cuéllar.

Introducción.

El siglo XVIII, a nivel constructivo y decorativo, fue una época de gran esplendor en la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, en donde el barroco se extendió y provocó una explosión artística de gran calidad dentro de la propiavilla cuellarana y en todas las poblaciones de la Comunidad. Este estilo ha sido infravalorado por muchos historiadores desde el siglo XIX, sin embargo la arquitectura, pintura, escultura y los retablos quedaron profundamente arraigados en la mente de los ciudadanos, de tal forma que el barroco es considerado como el estilo arquitectónico más vinculado a sus iglesias, a sus retablos, a sus imágenes y por lo tanto resulta inherente a los edificios de culto religioso.

En la Comunidad de Villa y Tierra durante el siglo XVIII se construyeron nuevas iglesias principalmente en pequeñas poblaciones y nuevos asentamientos, pero lo más singular fue que muchos edificios del siglo XIII fueron ampliados con un nuevo crucero y presbiterio según el estilo imperante, y la práctica totalidad de los espacios interiores de los edificios religiosos fueron profusamente decorados con los motivos característicos de esa época.

Por aquellos años se hicieron grandes intervenciones en las naves al incorporar nuevas bóvedas muy decoradas por debajo de los artesonados mudéjares, dejándolos como simples sistemas estructurales para soportar las cubiertas, en otros casos fueron demolidos para elevar la altura interior. También se recubrieron las bóvedas de los presbiterios mudéjares y románicos con elementos decorativos, y en otros casos fueron demolidos para ampliar las iglesias.

Muchas fueron las iglesias redecoradas en la Comunidad cuellarana, podemos destacar en la villa de Cuéllar, de las que se conservan algunas bóvedas o tenemos datos de su existencia, Sta. Mª de La Cuesta, San Martín, el Salvador, San Pedro, Sto. Tomé y algo más tarde San Andrés; y de nueva construcción La Concepción. En la Comunidad se levantaron nuevos edificios en San Martín, Mudrián, Chañe, etc., y fueron ampliadas las de Adrados, Cogeces, Hontalbilla, Lastras, Lovingos, Montemayor, Narros, Olombrada, el Santuario del Henar, Zarzuela del Pinar, etc.

Una gran mayoría de las intervenciones de la segunda mitad del XVIII fueron realizadas por el arquitecto cuellarano José de Borjas. Hoy nos vamos a ocupar de las iglesias de Sta. Mª Magdalena de Lastras y de San Pedro de Hontalbilla, aunque también consideramos que son de la mano de ese arquitecto la ampliación de Sta. Mª Magdalena de Olombrada, Narros, etc.

La poblaciones de Lastras de Cuéllar y Hontalbilla se encuentran en el este de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, dentro del Sexmo de Hontalbilla que lo integran las poblaciones de Adrados, Dehesa (Dehesa de Cuéllar y Dehesa Mayor), Frumales, Fuentes de Cuéllar, Hontabilla, Lastras de Cuéllar, Lovingos, Moraleja, Olombrada, Perosillo, Vegafría y los despoblados de Aldehuela de la Vega, Barrio de Nuestra Señora del Otero, Buengrado, Casasola, Hontariego, La Serreta, Salcedón, San Esteban, San Miguel y Santa Coloma.

Toda la zona situada al sur del río Duero fue repoblada a partir del año 939 por los Condes de Monzón, la familia de los Ansúrez, después de la batalla de Simancas en la que el rey Ramiro II de León derrota al ejército de Abderramán III, y por segunda vez en tiempos del rey Alfonso VI, en el año 1094. Durante esta última repoblación fue cuando se inició la construcción de los castillos y edificios religiosos de estilo románico y mudéjar de las nuevas poblaciones de importancia estratégica como Cuéllar, Coca, Íscar, Peñafiel, Portillo, etc., así mismo se construyeron torres vigías repartidas por los puntos estratégicos cercanos al río Duero. Con el transcurso de los años se hicieron nuevos asentamientos y se repoblaron pequeñas poblaciones en los valles y en torno a las fortificaciones, motivado por la desaparición del peligro de invasión de los hispanoárabes a raíz de la conquista de Toledo en el año 1085.

En siglo XIII las pequeñas poblaciones de la Comunidad levantaron muchas ermitas y pequeñas iglesias de clara influencia mudéjar, humildes en sus materiales y de construcción económica. Los edificios tenían en su mayoría la cabecera cuadrada, en vez de circular, y los muros eran de mampostería con ladrillo y a veces con sillares en las zonas más débiles del edificio. Sin embargo las naves estaban cubiertas por artesonados mudéjares apoyados en muros compuestos también de mampostería. En la actualidad, con cabecera cuadrada se conservan muchos ejemplos de esa época en el “altiplano o páramo pedregoso cuellarano” y sus aledaños, como Adrados, Camporredondo, Dehesa, Frumales, Moraleja, Perosillo, San Cristóbal de Cuéllar, San Miguel del Arroyo, Santiago del Arroyo, Torrescárcela, etc.; en El Carracillo también se conservan con ábside cuadrado varias ermitas y otras que fueron ampliadas en iglesias, como Pinarejos, Remondo, Campo, Chatún, Narros, etc.

Por aquella época los edificios más importantes eran diseñados con cabecera o ábside semicircular, ya sean mudéjares de ladrillo como románicos de sillería, esta disposición las encontramos en todas las iglesias de la villa de Cuéllar, en Fuentes, las ermitas de Aldealbar y de Adrados, etc. y en las zonas limítrofes de tierras colindantes hacia el este de la Comunidad, como Fuentepelayo, Fuentidueña, Perorrubio, etc.

Siglos más tarde debido al aumento de la población, principalmente motivado por el auge de la agricultura, muchos edificios sufrieron una renovación interior, otros fueron ampliados a los que añadieron un nuevo crucero y presbiterio, y esbeltas torres, siempre en otros estilos arquitectónicos, como ocurrió en Lastras y Hontabilla.

Lastras de Cuéllar.

La población de Lastras se encuentra en el este de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, a una distancia de 24 km de Cuéllar, a 79 Km de Valladolid y a 45 Km de Segovia. Tiene una altitud de 900m. El núcleo urbano está situado en el valle del río Cega.

En el actual término municipal de Lastras, existieron varios asentamientos medievales siendo el más antiguo el de Salcedón, del que hoy día sólo se conserva la ermita del mismo nombre. El dato más antiguo que se conoce es la donación de la villa de Salcedón al obispado de Segovia realizada por Alfonso VII, a mediados del siglo XII. En la actualidad Sta. Mª de Salcedón es la patrona de Lastras.

La población de la actual Lastras (La Lastra en su nombre antiguo) fue una de las más importantes de la zona, es la denominada actualmente como Lastras de Cuéllar cuyo nombre fue variando a través de los siglos. El dato más antiguo es de 1210, en tiempos de Alfonso VIII. La población de San Esteban, tuvo cierta importancia desde el siglo XIII y desapareció en el siglo XVII. Otro asentamiento de la zona fue el de La Serreta, era una zona de caza en el río Cega en donde Beltrán de La Cueva, I duque de Alburqueque, levantó un palacio de caza a finales del siglo XV que se conserva en la actualidad aunque ha sido ampliado, en el mismo sitio se encuentra la ermita de San Diego algo más tardía que el palacio.

IGLESIA DE STA. MARÍA MAGDALENA DE LASTRAS DE CUÉLLAR.

Descripción de la iglesia.

La iglesia se encuentra en la zona más elevada de la población, destaca por su gran volumen exento de edificaciones y por su esbelta torre. El edificio conserva una tipología de limpios volúmenes en donde destacan la gran nave de fábricas superpuestas, la sencillez de las formas de la envolvente que conforman el crucero y presbiterio, y en el extremo opuesto la torre de tres cuerpos de la que sobresale el de campanas por la excelente calidad de su fábrica de sillería.

iglesia de lastras de cuellar

En el exterior se reflejan las distintas fases de construcción por la utilización de fábricas con materiales y calidades muy diferentes, lo que nos indica las épocas de construcción. Partiendo de una iglesia primitiva del siglo XIII, se añadió un nuevo crucero y presbiterio, posteriormente se demolió el antiguo presbiterio para alargar la nave y unirla con la nave primitiva, y todos los espacios se cubrieron con bóvedas barrocas y neoclásicas.

En su interior destaca por la importancia de sus volúmenes el crucero y presbiterio, este último sobre tres gradas, en donde preside un excelente retablo barroco acompañado por dos de menor tamaño, también de estilo barroco, adosados a los brazos del crucero. En el tramo intermedio de la nave se encuentra una capilla del siglo XIII, en el fondo de ésta se halla un coro de madera de pequeñas dimensiones con balaustrada clásica que apoya en un pilar central del mismo material, desde el que se accede a la torre. En el lado norte de la nave se encuentra un pequeño retablo del mismo estilo a los anteriores.

Arquitectura.

Cómo hemos indicado anteriormente, la iglesia actual es un compendio de construcciones levantadas en distintas épocas. La iglesia primitiva fue una construcción del siglo XIII de una tipología característica de la zona este de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. Durante aquellos años las iglesias eran de reducidas dimensiones compuestas por una ancha nave cubierta con artesonado de corte mudéjar y un presbiterio abovedado, a veces de cabecera cuadrada y otras veces, según su importancia, semicircular, y una torre adosada al presbiterio en su lado norte.

La iglesia primitiva de Lastras era una construcción del siglo XIII que debió tener un ábside románico de planta cuadrada de mampostería cubierto con bóveda, también de mampostería, y arcos fajones de sillería, como era habitual en todas las iglesias rurales levantadas en la zona este de la Comunidad cuellarana. De esta época se conservan algunos ejemplos muy interesantes como Dehesa (Dehesa de Cuéllar), Frumales, Perosillo, Vegafría, etc. En la Comunidad levantaron otras de mayor rango con ábside semicircular y de sillería y mampostería como son los de Santa María de la Cuesta de Cuéllar, la ermita de San Benito de Adrados, la ermita del cerro de Aldealbar y la parroquial de Fuentes, estas tres últimas en ruinas. Por la calidad de su construcción las de ábside circular se pueden datar de finales del siglo XII, contemporáneas de la iglesia de Fuentepelayo.

La nave original de Lastras era más corta que la actual, estaba compuesta por el cuerpo más ancho de los dos que presenta en la actualidad y estaba cubierta con artesonado de madera de corte mudéjar. La capilla del lado norte posiblemente debió ser el cuerpo bajo de una torre primitiva y el cuarto adosado a la misma podría ser la sacristía del siglo XIII.

En el exterior se reflejan las distintas fases de construcción por la utilización de fábricas diferentes. Podemos ver en la fachada sur de la nave un primer tramo de la época primitiva, posiblemente del siglo XIII, sobre el que se levantó otra fábrica de finales del siglo XVIII para elevar la nave y cubrirla con bóvedas, esta fábrica es contemporánea a la del crucero y presbiterio; en el alzado norte podemos ver parte de la fábrica del siglo XIII adosada a la nave, en ésta última otra parte también recrecida y reforzada con contrafuertes, y algo más tardía es la torre, también con dos fábricas diferentes. Adosada al brazo sur del crucero y a la nave se encuentra la nueva sacristía.

Contrafuertes Fachada norte ( foto google streetview )

La torre está formada por tres cuerpos de distintas dimensiones, el primero es de mampostería con esquinas de sillería cuya disposición es similar a la del muro de la nave de la parte primitiva del siglo XIII y está coronado con una imposta que nos define la altura de la mencionada nave. El segundo cuerpo es similar al anterior pero de menor planta, retranqueado a partir de la imposta antes referida y acaba en otra imposta que define el cuerpo de campanas.

Este último presenta una excelente fábrica de sillería con dos huecos cintrados en cada lado carentes de recercados, está rematado por una imposta cilíndrica bajo una cornisa formada por una sencilla gola. Este cuerpo podemos ubicarlo a finales del siglo XVIII, ya en época neoclásica, contemporánea a Campaspero, Hontalvilla, Lovingos, Pinarnegrillo, Torrescárcela, Traspinedo, etc.

En su interior destaca por la importancia de sus volúmenes el crucero cubierto con bóveda oval apoyada en cuatro pechinas, los brazos del crucero terminados en bóvedas de cañón con lunetos y el presbiterio con una bóveda de cañón pero rebajada, también con lunetos. La nave tiene un primer tramo, en cuyo lugar debió estar el presbiterio del siglo XIII, cuyos muros fueron elevados para incorporar bóvedas de cañón rebajadas muy sencillas con lunetos, ya de época neoclásica, que fueron levantadas después de la construcción del crucero; y un segundo tramo, que corresponde a la nave del siglo XIII con artesonado, cuyos muros fueron recrecidos para elevar su altura y albergar en su interior bóvedas barrocas de construcción anterior a las de primer tramo.

No conocemos documentación alguna de la construcción del siglo XIII que nos revelen quienes fueros sus diseñadores y constructores, sin embargo sí tenemos parte de un libro de fábrica cuyas copias nos ha proporcionado Félix Martín, vecino de la Lastras. En éste hay una petición de licencia al obispado de Segovia de Juan de Chicote, párroco, fechada en 1780, en donde solicita permiso para demoler parte del presbiterio antiguo, luego ya estaba construido el nuevo presbiterio y el crucero barroco. En esa solicitud se incluye un certificado firmado por José de Borjas, arquitecto cuellarano, de junio de 1780 en donde dice “…y reconocido el cuerpo de bobedas con sus arcos de rosca sobre cuatro machones que sirvió antiguamente de capilla mayor en la iglesia de dicho lugar para efectos de destruir estos a fin de que se pueda gozar mas libremente de la nueva capilla, y brazos del crucero los hace con el estilo que hoy está la nueva armadura, los nuevos arcos y la nueva bóveda con la elevación y vuelta del arco toral de la nueva capilla mayor y sus brazos. Costará 4,000 reales poco más o menos”

Una vez analizado el primitivo edificio y con los datos de la solicitud de licencia anteriores, podemos considerar que la iglesia del siglo XIII estaba formada por un presbiterio de 9,67m (34,71 p.c.) de fondo con dos cuerpos y de ancho 5,35m (19,20 p.c.); una nave de 13,14m (47,16 p.c.) de largo y 8,39m (30,11 p.c.) de ancho; en el lado norte del presbiterio una capilla de 4,33m (15,34 p.c.) de ancho y 3,61m (30,11 p.c.) de fondo que pudo ser el primer cuerpo de una torre; y una sacristía de pequeñas dimensiones adosada a la capilla y al presbiterio. Es factible que poco después de empezar la construcción cambiasen de idea y empezaran a levantar la torre a los pies. Las construcciones del siglo XIII presentan una cornisa con canecillos cilíndricos sencillos carentes de imaginería escultórica, diseño característico de principios de ese siglo, sin embargo en Lastras no se conservan debido a que demolieron el presbiterio y en la nave también desaparecieron cuando fue recrecida en el siglo XVIII.

El presbiterio románico de Lastras tenía unas dimensiones que nos recuerda a las típicas iglesias románicas de época tardía, de finales del siglo XII y principios del XIII, como son las iglesias de Dehesa de Cuéllar, Frumales, Moraleja, Perosillo, Pinarejos, Torrescárcela, etc., con cabecera plana de sillería y mampostería, características de las construcciones de esa época, muy extendida por la zona este de la Comunidad.

La nave de Lastras, hoy día cubierta con bóvedas barrocas, como ocurre con el presbiterio, tiene unas dimensiones de corte mudéjar muy parecidas a las de Dehesa de Cuéllar, Frumales, Lovingos, Moraleja, Perosillo, Pinarejos, Vegafría, etc., y a las de Santiago, Sta. María de la Cuesta y San Esteban todas en Cuéllar.

La construcción del crucero y presbiterio se inició en el año 1771 adosándolos al muro testero de la cabecera del siglo XIII, que demolieron más tarde en 1780 para unir los dos espacios, el de nueva construcción y el de la iglesia antigua. El crucero tiene un ancho superior al del antiguo presbiterio e igual al de la nave, por lo que el arquitecto José de Borjas ya planteaba la demolición del muro sur del presbiterio antiguo como dijimos antes. Tiene un ancho de 7,41m (26,60 p.c.) y un fondo de 5,84m (20,96 p.c.); los brazos tienen un ancho de 5,30m (19,02 p.c.) y un fondo de 3,33m (11,95 p.c.); y el presbiterio un ancho de 6,87m (24,66 p.c.) y un fondo de 4,06m (14,57 p.c.).

Las dimensiones del crucero y presbiterio de Lastras son similares a las de Campaspero, Hontabilla, Lovingos y Olombrada, y algo menor que la del Henar y la Concepción de Cuéllar, y Montemayor y Zarzuela, aunque ésta que nos ocupa cubre el crucero una bóveda oval como en la Concepción, Montemayor, Olombrada y Zarzuela, los otros tres edificios los cubre una media naranja. Por fechas de construcción los más antiguos son los de Lovingos, la Concepción de Cuéllar, El Henar y Hontalbilla, le siguen Lastras, Olombrada, Montemayor, Zarzuela y finalmente Campaspero.

La ampliación del edificio con el crucero y nuevo presbiterio fue iniciada en mayo 1771, como figura en el libro de fábrica de la iglesia. El 25 de abril de 1771 el cura párroco Juan Chicote envía una carta al Obispo de Segovia pidiendo licencia para hacer la obra, en la que dice que Joseph de Borjas maestro de la obra vecino de la Villa de Cuéllar, “el que hizo el de Ntra. Sra. del Henar y la iglesia de Ontalbilla”.

En el libro de cuentas aparecen pagos desde el 16 de junio de 1771 hasta el 20 de diciembre de 1772 de mano de obra y materiales para la Obra de la Capilla Mayor. La obra se paró el 20 de diciembre de 1772 y se reanudó el 14 de marzo de 1773, y finalizó el 28 de julio de 1773. En los pagos aparece José de Borjas, maestro arquitecto que cobraba 15 mrs al día; Juan Pio Nevado maestro vidriero, vecino de la villa del Burgo de Osma, “…para la obra de la capilla mayor y emplomar las del cuerpo de la iglesia…”; Diego de Frutos Fraile Maestro Cantero e hijo vecino de la Villa de Cuellar, “…hizo los sepulcros con piedra de Campaspero…”; Pedro Montero, oficial con un buen sueldo de 9 mrs al día; y Joseph de Borjas Bazquez cobrando 10 mrs por día, posiblemente fuese hijo del maestro arquitecto.

Durante el año 1780 José de Borgas realizó la elevación de la nave del siglo XIII y construyó las bóvedas barrocas y los dos contrafuertes del lado norte. Para lo cual le abonan 3.363 reales y 21 mrs. En el asiento el párroco indica “…Tres mil trescientos sesenta y tres rs y veinte y un mrs con que se ha tenido toda la obra echa la dicha Iglesia de la elevación del cuerpo de la bobeda y reecho de machos ejecutado todo con licencia…”.

Consideramos que hicieron las bóvedas de la nave previamente a la demolición del antiguo presbiterio. La decoración de las nuevas bóvedas es totalmente barroca, similar a las de Hontalbilla, Olombrada, Mudrián, Narros, etc.

En junio de 1780 encargan a José de Borjas la demolición del antiguo presbiterio para prolongar la nave y unirlas con el crucero, se inicia el 15 de octubre y los pagos finalizan el 10 de diciembre del mismo año.

Consideramos que José de Borjas no terminase la obra posiblemente por fallecimiento del arquitecto. Lo justificamos a nivel técnico por la falta de decoración de las bóvedas del tramo de la nave que ocupaba el antiguo presbiterio y por la dudosa resolución del encuentro entre cornisas. También porque se recogen pagos de sólo dos meses de trabajo y el maestro no es mencionado en ningún otro documento desde el 10 de diciembre. Únicamente hemos encontrado que en 1782 trabajó en Aldealbar, Hontalvilla y Torrescárcela y a partir de esa fecha no hay datos. Por lo cual pensamos que desde diciembre de 1780 empieza debió dirigir los trabajos Manuel Cachorro, quién posiblemente trabajara con él y fuera su discípulo, siendo más tarde el continuador de sus obras.

A partir del año 1808 en el libro de cuentas sólo aparecen unos pagos a Manuel Cachorro, vecino de Cuéllar, maestro de obras junto con Ambrosio Garrido, por reparar las cubiertas y las armaduras. En 1878 y 1879 hay unos pagos a Alejo Campillo, maestro alarife, por la obra de la bóveda, sacristía y pórtico, por lo que debió levantar el pórtico de la fachada sur y realizar reparaciones de la estructura.

El último cuerpo de la torre debió construirlo Manuel Cachorro, este cuerpo podemos ubicarlo en la última década del siglo XVIII, ya en época neoclásica, contemporáneo a las torres de Campaspero, Hontalvilla y Torrescárcela también levantadas por Cachorro, y similar a las de Lovingos, Pinarnegrillo, Traspinedo, etc.

Torre de la iglesia de Lastras  de Cuéllar
Torre de la iglesia

Conclusiones

Durante los siglos XVII y XVIII hubo un importante aumento de habitantes en las poblaciones del este y norte principalmente, y de forma puntual en el sur y en el oeste de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuellar. Eso fue debido a la importancia que cogió por aquellos años la agricultura y la demanda de madera de los pinares de la ribera del río Cega. Esta situación obligó a plantearse la ampliación de los edificios religiosos de los siglos XII y XIII que eran construcciones pequeñas rurales e insuficientes para todos los parroquianos.

En algunos casos la intervención fue humilde e incorporaron el pórtico como una segunda nave. En otras poblaciones más ricas procedieron a la demolición del presbiterio primitivo para ampliarlas por la cabecera mediante un crucero y un nuevo presbiterio, estas intervenciones crearon excelentes espacios barrocos y algunos neoclásicos de gran calidad artística. De estas últimas son las ampliaciones que realizaron en el Hontabilla, Lastras, Lovingos, Montemayor de Pililla, Narros (ampliaron sólo la nave), Olombrada, Santuario del Henar, Zarzuela del Pinar, y Pinarnegrillo, y se levantaron nuevas iglesias en Campaspero, Mudrián, San Martín y Torrescárcela,.

En las obras de las ampliaciones y de nueva construcción antes mencionadas siempre intervino de alguna forma el arquitecto cuellarano José de Borjas, y al fallecer este arquitecto en la década de 1780 las continuó el también arquitecto cuellarano Manuel Cachorro. Pero no podemos olvidar que de forma paralela a Borjas trabajó José Sánchez de La Cotera (Sta. Mª de La Cuesta de Cuéllar, Campaspero, etc.).

Durante unos 80 años estos arquitectos realizaron una gran labor que mejoró sustancialmente la calidad e imagen de la arquitectura de esta tierra, también hay que añadir que en ellos se incorporaron excelentes retablos, estamos obligados a ponerla en valor, difundirla y mejorar su conservación. En su conjunto aportaron un gran patrimonio a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuellar.

Madrid, julio de 2018

Juan Armindo Hernández Montero.

Doctor Arquitecto

Notas:

p.c. Pie castellano, equivale a 0,2786 m

Doy las gracias a Félix Martín, por facilitarme copias de documentos del libro de fábricade la iglesia de Lastras de Cuéllar correspondiente a los siglos XVIII y XIX.

Bibliografía

-Juan Armindo Hernández Montero. Tesis Doctoral “La Arquitectura de la Casade Alburquerque en el Marquesado de Cuéllar” 1994.

-Francisco Javier Hernando de Frutos. Hontalbilla. Historia, Arte y Costumbres.1996.

-Fernando Chueca Goitia, “Historia de la Arquitectura Española” Ávila 2001

-Juan Armindo Hernández Montero. Revista Villa de Cuéllar, “Apuntes sobre la Iglesia de Lovingos”. Nº 57, Diciembre de 2015.

-Juan Armindo Hernández Montero. “Arquitectura e Historia del Convento de San Francisco de Cuéllar, Panteón de la Casa de Alburquerque”. Madrid 2017.

-Juan Armindo Hernández Montero. Revista Villa de Cuéllar, “Apuntes sobre la Iglesia de Cogeces del Monte”. Nº 63, Diciembre de 2017.

-Juan Armindo Hernández Montero. Revista Villa de Cuéllar, “Apuntes sobre laIglesia de Santibáñez de Valcorva”. Nº 64, Abril de 2018.

Enlaces

El cura Chicote y la construcción de la iglesia de Lastras

La lápida de doña Catalina

Elias el Sacristán

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