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Historia de Lastras de Cuéllar. Capitulo 1. Lastras y su entorno.

historia de lastras2

Autor: Aula de cultura, Asociación de mujeres

Hace unos años las mujeres de Lastras a través de las aulas de cultura escribieron un libro sobre la historia, costumbres, tradiciones y curiosidades de Lastras. En cuatro capítulos hacen una completa reconstrucción de usos, costumbres, tradiciones y anécdotas de nuestro pueblo.

CAPITULO 1

El origen de Lastras

El pueblo de Lastras procede de la union de dos pueblecitos, San Esteban que estaba en el prado de abajo Y el Escobar que estaba en el Prado de arriba, o prado de Santa María. Los vecinos de estos pueblos eran tejedores y cacharreros y tenían que venir a trabajar hasta donde hoy esta Lastras, que eran donde estaban las tejeras.

San Esteban y el Escobar estaban en prados, eran muy húmedos y como sus vecinos tenían muchas fiebres y enfermedades, pensaron en trasladarse a lo que hoy es Lastras que como estan en un cotarro, creían que sería mas sano. La primera tejera que se hizo en el pueblo estaba en el numero 17 de la calle de la Fuente y la primera casa que se hizo estaba en el numero 12 de la misma calle. Casi todas las casas que quedan de entonces tienen la portada en forma de arco.

De los dos pueblos originales solo ha quedado la fuente de San Esteban que da un agua muy buena y fresca; y los paredones de la iglesia de Santa María Magdalena, que hasta que los quitaron para hacer la concentración parcelaria, han servido de refugio a muchos pastores y vaqueros.

El rio y las lagunas

A Lastras la rodea el río Cega. Desde los prados, el río va por Navarrodiez, la Poza, el Puente, la Venta del Calonge, donde había un salto de agua que daba luz a Cabezuela. Mas abajo esta el Ruflillo, donde salen tres manantiales que desembocan en el río. Allí íbamos a lavar porque en el invierno el agua salía caliente y en verano fresca. Siguiendo por el río llegamos al Pontón que era un puente por el que

cruzábamos el río desde Lastras a Fuentepelayo cuando íbamos a la feria y los miércoles al mercado Un poco mas abajo, el río pasa por el atán, una casa donde se abatanaban (hacían mas finas) las mantas de lana. Despues el río llega a Garrido. otro salto de luz que abastecía a Fuentepelayo y Zarzuela. Si seguimos andando llegamos al puente Ladrón, luego por Navas, donde hay otro salto de agua que da luz a Lastras y un poco mas abajo el río transcurre por los términos de las kiklas, Sancho. Suturruvieco, baja por el «Vau de la vaca» y ya le perdemos de vista.

   Lastras, además del río Cega, ha tenido muchas lagunas, aunque desafortunadamente muchas se han ido secando. Entre ellas estaban los Barreros, Tejeras Viejas, La Laguna de Arriba, la de las Animas, la del Cotarro Consejero, la del Canto de la Loba, la del Cojo o Redonda, Laguna Salsa, los Pozarancos, la Puentecilla, la de la Nava, la de la Venta, la del Carrizal, la Lagunilla y el bodón de los Porretales o Dehesa de Valparaiso.

En estas lagunas vivían muchos animales, como patos, tencas, ranas, sangujas…Tambien había muchos juncos con los que se hacían cortinas y persianas. Pero de un tiempo a esta parte, debido a la sequía, las lagunas se han ido quedando sin agua y estos animales que vivían en ellas han ido desapareciendo.

Fuente de la manivela

En este pueblo había una fuente con tres caños, rodeada por una pared. Al principio había que sacar el agua con cubos y polea. Despues hicieron un tejado y la pusieron una noria, así que para sacar el agua había que dar vueltas a una manivela.

A la gente que le pillaba lejos, venía con serones con cuatro cantaros para no tener que volver; otros venían con carretillas y sino con el cantaro a la cadera. A veces, cuando llegábamos a casa, volcábamos el cantaro para volver a la fuente a ver si nos encontrabamos con el novio.

El pozo del gancho

Además de la fuente de la manivela, había otro pozo que se llamaba el Pozo del Gacho en el barrio de abajo. El agua de este pozo decían que era muy soso; para sacarlo se usaba un palo, del que salía un gancho en el que se trababa el cantaro o el cubo.

Este pozo se hizo muy famoso porque una vez una joven se levanto soñando y se fue hasta el pozo a por agua. Dormida, saco el agua con el gancho y cuando volvía para casa su novio la encontró, la arropo con la capa y la llevo hasta su casa.

La Poza

Esta pozo tiene su pequeña historia que vamos a contar

En tiempos, esta poza fue un pochando limpio y con aguas cristalinas que se aplicaban para lavar, pues en invierno el agua de los manantiales salía caliente y verano fresca. Entonces la poza era como una pequeña verguera a la que le hicieron un capachon con cuatro pinos y ramera para resguardarse de la lluvia, las nieves y el frío.

El terreno en el que estaba la poza era de la Forestal, no era propiamente del municipio y el ingeniero de aquel entonces que debió ser por el año 26 mas o menos, quiso taparla; pero el alcalde, «el Tío Felitos» se opuso y consiguió que la dejaran como estaba, pues en aquel tiempo era un grandísono beneficio para el pueblo.

Con el paso de los años se fue mejorando la poza; se hicieron como dos partes, una para lavar y la otra para aclarar. Como el pueblo entonces tenia mucha gente, había que madrugar mucho para coger un buen puesto.

la poza

Había dos personas que se dedicaban a limpiar la poza los fines de semana y salían por las calles del pueblo pidiendo: «den limosna para limpiar la poza». Así que cada uno les daba con arreglo a sus posibilidades, unos patatas, otros dinero…

Después, nos encauzaron el agua, hicieron la poza mas grande con unas piedras para lavar. Nos pusieron unos ventanales al este y al oeste, dejando el sur libre para que nos entrara el sol. También nos pusieron una chimenea para calentarnos y comer allí, al pie de la lumbre, la pequeña merienda que llevábamos mientras charlábamos sobre los cuentos ocurridos y no ocurridos en el pueblo. Que si fulano salió con Perengano, chistes, cantares, carcajadas… Siempre con una buena lumbre. ¡Lo pasábamos fantástico! Esto es una maravilla, y ahora lo añoramos con mucha alegría, aunque reconocemos que los tiempos nos lo han puesto mejor.

Con el paso del tiempo llegamos a tener hasta un corral para los burros, que lo hicieron en un terreno que ICONA le dio al ayuntamiento a cambio de otro terreno en la entrada del pueblo, donde hicieron una especie de nave para guardar las herramientas. Este corral nos vino muy bien porque muchas veces dejábamos el burro atado a algún árbol y cuando volvíamos a por él se había escapado o sino había moridido el árbol y luego nos llevábamos la regañina de los «guardas».

En el burro llevábamos las cosas de lavar, la tabla y el duerno o rodillero; las cargábamos en las aguaderas, que si no se nos pingaban íbamos vaya que vaya… A no ser que se nos cruzara un coche y el burro se espantara; porque en ese caso lo que podía pasar es que te quedaras enganchada por las faldas en las aguaderas y se te quedara el culo al aire que mas de una se vió en una de estas…

Pasados los años, cuando ya no íbamos a lavar a la poza, se acondiciono este terreno como un merendero; el corral de los burros se transformo en bar y hasta los lavaderos fueron tapados por el peligro que representaban para los niños.

El molino Ladrón

El Molino Ladrón esta situado a unos tres kilometros de Lastras, a la orilla del río Cega. Este molino se dedicaba a moler cereales, el que mas se trabajaba era el trigo, del que se sacaba harina de primera, comidilla y salvado.

El molino se componía de una tolva, donde se echaba el grano, este caía entre dos piedras redondas estriadas, que al moverse, por la fuerza del agua, trituraban el grano. Despues, al llegar a casa, había que cernerlo para que la harina quedara bien limpia de salvado.

En este milino, el mismo molinero, también hacia de panadero. Todos los dias, ponía en el caballo las aguaderas cargadas de hogazas y venia a vender el pan por las casas de Lastras. Además, el molinero, se dedicaba a recoger el grano por los pueblos de los alrededores con los burros. De estas moliendas se cobraba un celemín por cada fanega.

Entonces el pan no se pagaba casa día. Todas las casas teniamos una tarja, un palo cuadrado en el que se hacia una muesca por cada hogaza. Cuando la tarja se llenaba de muescas se contaban y se pagaba a cuenta de trigo, mas tarde con dienero.

A este molino venían a moler vecinos de Lastras y de pueblos colindantes.

La Iglesia

En Lastras, como en casi todos los pueblos, la iglesia esta en el centro. Antes la iglesia tenia el suelo de piedras blancas, era muy frío y la gente para arrodillarse llevaba ruedos o silletas que eran como sillas sin respaldo.

En la iglesia había muchos altares con santos, estaban la Virgen del Carmen, San José, San Antonio, Santa Agueda, San Roque, San Antón, el Santo Cristo de la Veracruz, San Juan Bautista, La Inmaculada, El Perpetuo Socorro, Nuestra Señora del Rosario, el Santo Ángel de la Guardia, Santa Rita, Santa Lucia. En el altar mayor estaba Nuestra Señora de las Nieves, la Dolorosa y los Sagrados Corazones de Jesús y de Maria.

En la parte de atrás había un cuarto con un altar de la Fuencisla, en el medio estaba la pila bautismal y al otro lado el campanario.

Con el paso del tiempo, todas compraos reclinatorios para no ponernos en el suelo. Despues se pensó que se podían tirar unos pinos y aserrarlos para poner en el suelo y que no fuese tan fría la iglesia. Á la vez se hicieron los bancos, se quitaron los reclinatorios y las sepulturas que hacia la gente en el suelo poniendo velas. También quitaron el Baptisterio y el campanario e hicieron en este sitio una capilla, en la que en el invierno dicen la misa a diario, pues aquí ponemos la estufa y estamos mas recogidas y confortables.

Por navidades siempre hacían en la iglesia un nacimientos muy bonito y completo, con todos los detalles. Tenía figuras de muchas clases y algunos años tuvo hasta un río con una fuente.

La Serreta y San Antón

La finca de la Serreta esta situada a unos cuatro kilometros de Lastras, junto a la ladera del río, de camino a Fuentepelayo. Esta finca viene de los Duques de Alburquerque, ya desde el primero que fue Don Beltrán de la Cueva. La hija del sexto duque se la vendio a la empresa Union Resinera sobre finales del siglo XIX.

Esta finca se quemo en 1648 y para que no se olvide en la portada hay una inscripción que creemos reza así:

«Este bosque y casa se quemo en el año 1648, siendo Duque de Albuerque Don Francisco Fernández de la

Cueva, Gentilhombre de cámara del Rey Nuestro Señor D. Felipe IV, Capitán General de la Caballería de los

Estados de Flandes y Cataluña y General de las de Galeras de España, y por orden y mando de su

Excelentesima se volvió a reedificar, con el cuarto nuevo, que también se quemo. Con intervención de

Don Mateo Florez Ortiz, Contador Mayor de sus Estados y Don Pedro de Alija General de los Estados de los

Caballeros HIjosdalgos de la Villa de Cuellar y Recaudador de su Excelentisima en Cuellar, siendo alcalde

Don Rodrigo Velazquez del Castillo»

Esta finca tenia también tierras para labrar y mucha gente del pueblo las cogía en renta. Así que con estas que cogían y las pocas que tenían propias, había muchas familias que podían ir viviendo.

Dentro de la finca, esta la Ermita de San Antón en la que vivía un ermitaño. Cuando la empresa compro la finca también se quedo con la Ermita pero como hasta entonces los Duques se habían encargado de pagar los gastos de la Romería, la Resinera también se comprometió a correr con los gastos de la misa y la Romería.

Hacia el año 1920 aproximadamente, robaron el Santo de la Ermita, que era un lienzo atribuido a Velazquez. A pesar de esto, hubo años en que siguieron yendo las Aguaderas con los carros engalanados desde Lastras, Fuentepelayo, Zarzuela…

 

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